“Aceptar no significa resignación, significa comprender que las cosas son como son y que tiene que haber una forma de superarlo” – Michael J. Fox

¿Qué dirías si te dijera que tú creas la mayor parte de tu sufrimiento?

La verdad es que lo haces!

Llegué a un punto en el que la carga y el estrés que estaba creando en mi vida se volvieron tan intolerables que finalmente me hizo caer de rodillas. Humildemente pregunté: “¡Hay una mejor manera de vivir!”

Me obsesioné por entender y estudiar la naturaleza humana y nuestra relación con el estrés y el dolor. “¿Será posible una vida de paz y alegría constantes?” Esa era mi pregunta. Para mi sorpresa, las personas que eran las más felices y satisfechas eran las personas que habían enfrentado desafíos extraordinarios. Mis problemas eran insignificantes en comparación con lo que algunos de ellos habían sufrido.

La segunda cosa que encontré con la gente que miré fue que, a pesar de haber enfrentado tanta adversidad, todos tuvieron una experiencia transformadora que les brindo una tremenda capasidad de superación y satisfacción. Lo más intrigante es que en lugar de permanecer encadenados a su dolor, todos salieron del otro lado con un enorme sentido de gratitud y paz. Sin excepción, estas personas parecían haber tropezado con algo que los impulsó a una vida de tranquilidad.

Yo estaba intrigada.

“¿Qué es lo que esta gente sabe que nosotros no?

Leí sobre la vida y experiencias de estas personas. Asistí a sus charlas, escuché todo lo que estaban dispuestos a compartir y me sorprendió saber que no hay ningún misterio en lo que ellos sabían. Este regalo, este conocimiento que habían adquirido, que los liberó de su sufrimiento, está realmente disponible para cualquiera que lo busca.

Todo se reduce a cinco principios que todos enfrentamos universalmente, pero que a menudo ignoramos. Después de estudiar y aplicar estos principios por mí misma, esto es lo que he llegado a comprender: es nuestra negación de estos principios lo que da origen a la mayor parte de nuestro sufrimiento humano. Por lo contrario, la clave para lograr nuestro objetivo más deseado: la paz y la felicidad duraderas, depende en gran medida de que aprendamos y apliquemos estos principios universales.

Hoy, me gustaría compartir uno de los cinco principios que tienen que ver con aceptar la vida tal como es, en lugar de como quieres que sea. Estos principios han transformado drásticamente mi vida y las vidas de muchos antes que yo. Espero que pueda hacer lo mismo contigo.

Ser receptivo al flujo de la vida

Tú creas en mayor parte tu propio dolor. Lamentablemente, la mayoría de nuestras vidas se pasa en modo de supervivencia, regidas por las hormonas del estrés. Esto puede parecerte absurdo, ya que estamos condicionados a buscar placer y evitar el dolor. Paradójicamente, sin embargo, cuando nos pega el sufriemiento, nos apegamos al dolor y a menudo, lo convertimos en una emoción permanente en nuestras vidas.

Los principales culpables? Nuestras expectativas y resistencia a lo que es. Sí, el principio es así de simple: ¡zero resistencia, zero sufrimiento!

Pasamos toda nuestras vida tratando de cambiar los resultados externos en un esfuerzo para obtener lo que creemos que queremos y necesitamos. Esto incluye todo, desde nuestras relaciones, posesiones, vidas, objetivos, salud e incluso nuestra propia mortalidad.

Las ideas que tenemos acerca de cómo las cosas deberían de ser solo existen en nuestras mentes.

No estoy diciendo que te sientes y no hagas nada. De ninguna manera. Lo que estoy diciendo es que hay una manera específica de lidiar con las circunstancias de la vida a medida que ocurren.

El más difícil de los cinco principios para mí fue aprender a aceptar la vida tal y como es, en lugar de como yo pensaba que debería ser. Si deseas vivir una vida más pacífica, deberas dejar de esperar que el mundo se convierta en el modo en que tú te dices a ti mismo.

El “podría y debería” a menudo están separados por un gran vacío aterrador a lo que realmente “es“. Pasé años viviendo angustia y decepción debido a las historias que me contaba a mí misma acerca de cómo el mundo tenia que ser para sentirme bien y segura. Cualquier cosa que no resultaba de la manera que había imaginado, me provocaba un berrinche, molestia y por lo tanto, generé mucho estrés innecesario en mi vida y para quienes me rodeaban, ya que tristemente sentían la ira de mi descontento.

No fue hasta que comencé a rendirme al flujo de la vida, sin juicio y expectativa, que comencé a experimentar paz en mi vida. Cuando las cosas no suceden tal y como esperábamos, lo que sucede a menudo, aceptar que no todo saldrá a tu manera es una forma rápida de superar la decepción o evitar la sensación de decepción por completo.

Pasé tanto tiempo tratando de entender por qué las cosas sucedieron tal y como sucedieron, o por qué alguien hizo lo que hizo o por qué alguien dijo lo que dijo: una gran receta para la locura, ¿no crees?

He llegado a aceptar que no es mi trabajo entender por qué los demás hacen lo que hacen. Renunciar a la necesidad de saber el por qué de las cosas, es una forma rápida de eliminar la frustración y la decepción. No tenemos que saber el por qué de todo lo que sucede. A veces las cosas simplemente son.

Ahora, en caso que pienses como yo solía pensar, de que las personas que aceptaban las cosas no eran más que unos conformistas y como tales, fracasados porque simplemente aceptaban lo que les venía sin poner objeción o esfuerzo.

No podía haber estado más equivocada.

Aceptar la realidad tal como es, no es darse por vencido. Por lo contrario, aceptar la vida tal como es, te libera del sentimiento de dolor y frustración. Te permite liberar suficiente energía para crear un estado de ser más positivo. Te haces libre para actuar sin ser controlado por las hormonas del estrés y puedes pensar con claridad y convertirte en un creador más consciente y activo de tu vida.

El mero hecho de aceptar la vida por lo que es, te permite avanzar y alcanzar tus metas porque no estás atascado en la negatividad de las cosas y eso te hace imparable.

Déjame repetir esto otra vez, LA ACEPTACIÓN NO ES RENDIRTE O DESISTIR. No significa que tiras la toalla y de repente te estás resignando a una vida a la que no tienes poder ni influencia, aguantando todo lo que se estrella contra ti. Tampoco significa que tenga que gustarte todo lo que sucede, en absoluto.

Aceptar que las cosas son como son, te permite alejarte de la mentalidad que a menudo te esclaviza. Cuanto más rápido aceptemos que las cosas son como son, sin resistencia, más rápido podrá nuestra mente abrirse a otras posibilidades que quizás no hayamos considerado previamente, porque habíamos concentrado toda nuestra energía en una sola posibilidad.

Resistirte a lo que va sucediendo en tu vida, te impide ver otras vías y experiencias alternativas que te esperan fuera del camino estrecho de posibilidades que a menudo creas por ti mismo. Tratar de controlar el mundo a tu alrededor para moldear la vida de la manera que crees que debe ser, solo te hará perder las cosas maravillosas que te esperan porque simplemente no puedes ni si quiera concebirlas.

Deja de resistir!

Durante años me aferré a ideas, personas y emociones que eran perjudiciales para mi bienestar. Estaba tan apegada a una ilusión, siempre juzgando e interpretando la vida a través de mis lentes borrosos y estrechos y en ese proceso, perdí tanto tiempo en ansiedad y decepción cuando en cambio, podría haber estado disfrutando de la vida que estaba destinada a tener.

Mirando hacia atrás ahora puedo ver que la felicidad que estaba persiguiendo siempre estaba ahí, delante de mí. Pasé mi felicidad por alto por no haber echo lo realmente importante.

¿Qué es lo que no hice?

¡No acepté la vida por lo que era, lo que me hubiera permitido permanecer en su flujo!

Permanece abierto a lo que se te presenta. Renuncia a esa resistencia que tienes hacia un resultado que deseas porque, después de todo, si ese resultado no es para ti, no importa lo que hagas, no sucederá. Por lo contrario, lo que está destinado a sucederte, sucederá, no lo puedes detener, incluso aunque lo intentes. Entonces, en lugar de crear sufrimiento para ti mismo cuando algo no funciona, no te estreses. Se consciente de lo que la vida realmente te esta dando. Créelo o no, a veces no obtener el resultado que deseamos es a menudo una gran bendición.

Entonces, ¿me esfuerzo por las cosas o simplemente espero lo que la vida me brinde?” Esa es la pregunta que a menudo me hacen.

Es importante que aún creas en tus metas y avances hacia tus sueños y que acompañes tus metas con acción. Aceptar la vida por lo que es y mantenerse en el flujo no significa que dejes de trabajar para lograr tus sueños. Es importante que continúes trabajando hacia tus objetivos y que establezcas intenciones claras, pero igualmente importante es dejar de lado la necesidad de controlar el resultado y los plazos.

Permanecer en el flujo significa que te mantienes abierto a otras posibilidades. La vida a menudo recalibra nuestra dirección y nos lleva por un camino alternativo porque ese camino es el que está destinado a nosotros. Debemos ejercitar la gratitud cuando esto sucede.

Si constantemente resistes y te mantienes inflexible, enfrentarás momentos dolorosos nadando río arriba, perdiendo el hermoso flujo de la corriente que está allí, disponible para llevarte a tu objetivo final: el cumplimiento y satisfacción de tu alma.

Te daré un ejemplo de lo que me pasó a mí  cuando estaba resistiendo el flujo de la vida. Hace aproximadamente un año y medio, conocí a un hombre con el que me involucré románticamente.

Nuestros valores y actitudes nos complementaron en más formas de las que tengo tiempo de decirte. Sin embargo, por años me había hecho todo tipo de ideas en mi cabeza sobre cómo debería ser la relación perfecta. Tenía todo tipo de expectativas sobre cuánto tiempo el debía dedicarme, con qué rapidez debían suceder ciertas cosas y todas las cosas que el necesitaba hacer y decir.

Nada fuera de esta caja, iba a funcionar para mí. Tenía una mente completamente estrecha, juzgando el resultado de esta relación en función de mis experiencias e ideas pasadas en lugar de ver las cosas por su propio mérito y actualidad. Ahora mirando hacia atrás, veo lo loco que era esto.

Para resumir una larga historia, yo tenía mis planes, ¡LA VIDA TENÍA LOS DE ELLA, por supuesto!

No hace falta decir que todas las ideas que tenía en mente sobre cómo debía ser esta relación, no dieron resultado. Tan pronto como vi que no iba a producir el resultado que había creado en mi mente, comencé a sentir ansiedad por ello. Me quejé, juzgué, analicé y lo que es peor, mi mente hizo lo que mejor hace, me devolvió a lo que es familiar y conocido para mi mente subconsciente.

Las voces habituales en mi cabeza comenzaron: “No va a funcionar. No es como ninguna otra relación que hayas tenido. Él no tiene mucho tiempo para darte, cada minuto ya lo tiene planificado. Nunca serás una prioridad. Esta no es una relación normal ...” y así sucesivamente, ¿entiendes la idea, no?

Rápidamente me dieron un asiento VIP en la famosa montaña rusa de emociones. Mi organismo de defensa-o-huida junto a mi sistema nervioso sistemático fueron  activados. Subí y bajé por la pista de velocidad alimentada por una cantidad de unas 30 hormonas y sustancias químicas, la adrenalina acompañada por sus muchos amigos insidiosos; la noradrenalina, la dopamina, la epinefrina y el cortisol tomaron el control y me tomaron como rehén. Mi cuerpo se tensó, mi ritmo cardíaco aumentó, mi flujo sanguíneo se aceleró, estaban alto, listos para la guerra, listos para enfrentar la amenaza.

Estaba tan concentrada en un resultado que había construido en mi cabeza que al no acercarme a el, produjo una guerra química en mi sistema, lo que me envió a un estado de estrés y descontento. De repente, todo lo que podía hacer era ver esta nueva relación a través de lentes fatalistas, lista para dejar la relación antes de que comenzara.

Este es el problema de vivir nuestras vidas siempre resistiendo a lo que es. Estamos condicionados por nuestra matriz social a juzgar y clasificar perpetuamente las cosas a través de lentes: bueno, malo, normal y anormal, todas las cuales son una ilusión y están lejos de la realidad.

Lo que resistimos persiste! Mi quia espiritual me pidió considerar que tal vez esta relación se estaba manifestando en mi vida de tal manera para enseñarme cómo permanecer en el flujo y aprender algo que la vida presentaba con tanta gracia. Ella me dijo que mi relación con este hombre se había manifestado exactamente de la manera en que yo lo había atraído energéticamente. El universo me estaba mostrando las áreas de mi vida que aún necesitaban sanación.

¡Ella tenía razón!

Usando el pasado para predecir el futuro:

Tuve que entender que mis pensamientos de cómo debería ser una relación, no significaba que una manera diferente no pudiera ser excelente y satisfactoria también.

El universo me estaba  enseñando el maravilloso regalo de estar abierta a ver otras posibilidades que en el pasado no había considerado porque estaba cegada al esperar que la vida siguiera mi camino.

Estamos acostumbrados a usar nuestras emociones y experiencias pasadas para predecir el futuro. El hacerlo, solo nos lleva a enfrentar el mismo tipo de experiencias que hemos tenido en el pasado porque bloqueamos la posibilidad de que algo distinto de lo que creemos puede ser excelente.

¡Qué lección!

Me mire hacia dentro y objetivamente comencé a prestar atención a todas las cosas a las que me estaba resistiendo en mi vida, no solo en esta relación. Me di cuenta de que no tenía sentido estar tan apegada a mis viejas formas de ver el mundo y entendí que esta mentalidad obstinada era lo que me estaba causando tanto miedo y estrés. Así que en lugar de luchar contra la vida, elegí aceptar la situación por lo que era: él era un ser ocupado, completo y evolucionado. Mi subconsciente no estaba acostumbrada a eso, (jaja).

La vida me regalaba exactamente lo que yo había atraído: un ser humano completamente evolucionado, ya con una vida plena, feliz y uno el que no tiene necesidad de estar en una relación. Él esta aquí porque quiere estar aquí. No necesita que lo salve. No necesita que lo moldee. Él no iba a ser mi proyecto de “potencial” como a menudo nos gusta hacer cuando elegimos a parejas basadas en el potencial, no en la realidad.

Esto puso a mi sistema nervioso sistemático a toda marcha. Este hombre era  evolucionado y como mi subconsciente buscaba y no podia asociarlo con su base de datos de relaciones y experiencias pasadas almacenadas adentro, le causaba ansiedad a mi cuerpo. El subconsciente no encontraba ninguna asociación de mis viejos patrones almacenados. Me di cuenta de que me estaba dejando definir por lo que yo necesitaba que el mundo fuera y realmente eso no era lo que el mundo es.

Así que me salí de la montaña rusa en la que estaba atrapada y me abrí para nadar con la corriente de la vida.

Elegí darle a la relación la oportunidad de evolucionar sin tratar de forzar el resultado o las líneas de plazo que originalmente esperaba. Dejé de resistirme a las cosas que no se ajustaban a mis deseos. Me di cuenta de que para todo lo que encontramos en la vida, hay una realidad alternativa. También dejé de juzgar lo que para mí era normal.

Después de todo, ¿qué es normal?

Hoy, un año y medio después, estoy agradecida de haber elegido aceptar lo que la vida me estaba presentando. Estoy agradecida de que esta relación no sea como ninguna otra que tuve antes, después de todo, las otras no funcionaron, entonces ¿por qué fui tan caprichosa al querer que esta fuera como todas las demás?

En el momento en que dejé de estresarme por no tener la cantidad exacta de tiempo con él, en el momento en que renuncié a la necesidad de controlar y saber cómo iban a desarrollarse las cosas, ese fue el momento en que comencé a sentir alegría, paz y a realmente apreciar todas las cualidades sorprendentes que el tiene, las cuales no habría tenido el placer de ver, si hubiera dejado que mis viejas y usuarias opiniones prevalecieran.

Algo asombroso sucedió. Al permanecer abierta al flujo de la vida, al estar agradecida por las lecciones y oportunidades que se presentaban, comencé a recibir TODAS las cosas que quería ver y experimentar en la relación. La relación evolucionó de la manera más responsable y consciente. Cada hito que pensé que no iba a conseguir, ahora lo tengo. Viajamos por el mundo, nos reímos, respetamos las necesidades y opiniones del uno al otro, pero lo que es más importante, hacemos un esfuerzo considerable para darnos lo que más le importa al otro.

¿La relación es perfecta? Por supuesto que no. Pero no perdemos nuestro valioso tiempo discutiendo sobre lo que “debería ser.” Pasamos el tiempo que tenemos sabiendo que es un regalo que nos han dado. ¡Nada de esto hubiera sido posible si no hubiera aceptado la vida por lo que es!

Si continúas resistiendo y presionando la vida para que se ajuste a tu ideal, estarás destinado a mantener tu vida viviendo el 70 por ciento en estrés.

¿Qué crees que sucederá si sigues resistiendo y juzgando al mundo a través de tus viejos y pasados pensamientos, elecciones, acciones, comportamientos, sentimientos y emociones?

Obtendrás más de los mismos tipos de experiencias que te llevaron a vivir tu vida en estrés para empezar. Intenta algo diferente, permítete experimentar un poco permaneciendo plenamente en el flujo de la vida y veras por tí mismo lo que sucede: siempre puedes volver a tu antiguo tú. ¡pero sospecho que no lo harás!

¿cómo practicas — la no resistencia?

  • haz las paces con el hecho de que la vida a menudo no resultará como tu quieres.
  • Acepta que a veces las cosas suceden en los peores momentos posibles, pero está bien porque el nuevo tu, no dejarás que te roben tu alegría.
  • No llores por leche derramada. Lo que pasó, pasó. Déjalo ir y no desperdicies tu salud en cosas que no se pueden cambiar. Concéntrate en lo que has aprendido y evita cometer el mismo error la próxima vez.
  • Lo único que puedes controlar es cómo vas a reaccionar a las cosas que te suceden: puedes elegir sufrir o elegir encontrar el regalo y la leccion.
  • El cómo, el por qué y el cuándo no depende de ti. ¡Deja que el flujo de la vida te sorprenda!
  • Acepta que la vida es como es. No es ni buena ni mala, correcta o incorrecta. La vida no es vengativa y no esta tratando de atraparte. Comprender esto realmente te ayudará a salir de la mentalidad de víctima. Así que acepta y haz lo mejor con lo que te están dando. No estoy diciendo que esto funcionará cada vez, pero te ayudará a reducir tu sufrimiento.
  • Cuando percibes que las cosas son negativas, recuerda que la situación siempre podría ser peor. Si aprendes a pensar de esta manera, desarrollarás la sabiduría y la fuerza para vivir tu vida desde un lugar habilitado.
  • Todo lo que es para ti, te encontrará. Así que no te estreses. Disfruta el viaje.

La forma más rápida de obtener lo que deseas en la vida es no necesitarlo. Cuando vemos nuestro mundo desde un lugar de necesidad y escasez, nuestra tendencia es querer manipular y forzar el resultado. Cuando no lo necesitamos, permanecemos abiertos a posibilidades desconocidas que se presentan cuando aprendemos a aceptar la vida por lo que es.

Este principio simple, pero poderoso ha transformado mi vida. ¿Funciona cada vez? No. A veces me olvido de permanecer en el flujo, pero tan pronto como me siento estresada o ansiosa, esa es mi señal de que no estoy en el flujo, no estoy en el momento y rápidamente reajusto mis puntos de vista y mis expectativas.

Cuando eliminamos nuestras expectativas sobre el resultado, dejamos espacio para que el Universo haga su trabajo. Vivir con menos estrés y decepción está en tus manos. Acoge este principio y observa cómo tu vida se transforma.

Con gratitud,