¿Alguna vez te has sentido perdida literal o figurativamente? Si es así, no estás sola.

¿Recuerdas, hace 20 o 25 años, cómo era llegar a una destinación desconocida antes de la conveniencia de nuestro indispensable Sistema de Posicionamiento Global (GPS)? Mejor aún, recuerdas como era antes que MapQuest, Waze o Google Maps existieran?

¿Cómo llegábamos a alguna parte?

Para aquellos de nosotros con discapacidad direccional, la disponibilidad de los sistemas de GPS ha sido un verdadero salvavidas. Piensa en la magia que es: puedes ingresar una dirección de cualquier parte del mundo y, en cuestión de segundos te muestra toda la ruta. Si eso no es magia, no sé qué es.

¿Me creerías si te dijera que, al igual que el GPS en nuestros automóviles y teléfonos celulares, también tenemos un sistema de navegación integrado adentro de nosotros mismos?

Lo sé, suena loco, ¿cierto?

¡Pero es verdad!

Yo llamo a este sistema increíble, Sistema de Guía Universal, o “SGU” por corto. Todos nacemos con un SGU y su uso es gratuito y está disponible universalmente para cualquier persona.

¿Qué es el SGU y cómo se usa?

Grandes preguntas. Te lo explicaré comparando el SGU con el GPS con el cual estas bien familiarizado.

  1. Ambas tecnologías se utilizan para fines de destino.
  2. A diferencia del GPS, la tecnología del SGU no requiere ningún hardware. El SGU está dentro de ti y disponible en todo momento.
  3. Para que un sistema de GPS funcione, debes conocer la dirección del destino. El SGU nunca requiere una ubicación, dirección o destino. El SGU sabe automáticamente a dónde tienes que ir. No importa en qué parte del mundo te encuentres, no importa en qué etapa de la vida o circunstancia estés, el SGU conoce tu destino.
  4. Incluso antes de comenzar a conducir, el sistema GPS te brinda una vista previa de todos los pasos de tu ruta. Te muestra todos los desvíos que tendrás que hacer, cada salida que deberás tomar y la cantidad de tiempo que tomarás para llegar a tu destinación. El SGU no te da ningún resumen previó de tu ruta. El SGU, solo te proporciona la dirección paso a paso y no te indica cuánto tiempo te llevarás en llegar a tu destino.
  5. En caso de que pierdas un giro, el sistema GPS se recalibra y te brinda un resumen completo actualizado de tu ruta y el nuevo ajuste de tiempo a tu destino. De manera similar, si tomas el giro equivocado hacia tu destino, el SGU recalibrará y te proporcionará otra ruta de paso a paso y no te brinda una actualización sobre el tiempo hacía tu destino.
  6. El sistema GPS es dependiente de satélite y no se puede acceder a él cuando se bloquea la señal. Esto causa que en ocasiones, el GPS se confunda y te mande a un desvío innecesario. 
  7. El SGU es dependiente de fe y está diseñado por su creador, con un algoritmo brillante que aumenta su eficiencia con el uso. Cuanto más confíes en el camino direccional que te presenta, más rápido el SGU te mostrará el siguiente paso hacia tu destino. Del mismo modo, cuanto más le dudes y le anules, más tardarás en llegar a tu destino.

Entonces, ¿cómo me enteré del SGU?

Hace tres años, perdí todo el rumbo de mi vida. Estaba cansada de sentirme desorientada y fue cuando un maravilloso maestro espiritual me dijo que estaba perdida solo porque quería estarlo.

“Eso no es verdad, ¿por qué querría yo perderme a propósito?”, Me dije a mí misma. Pero lo escuché. Mi guía reveló que el Universo está constantemente en comunicación con cada uno de nosotros. “El Universo siempre nos está guiando a través de señales, dirigiendo nuestro camino a través de un sistema de guía incorporado que actúa de manera similar al GPS de nuestros autos.”

Todavía recuerdo las palabras de mi guía: “Nunca estás sola. Nunca estás perdida. Puedes pensar que lo estas porque has estado tomando todas las decisiones equivocadas, tomando todos los giros equivocados, pero el Universo nunca te abandona. Ella respeta tu voluntad, pero permanece cerca, trabajando en segundo plano. Cada vez que ignoras sus señales, ella te envía otra, y si las ignoras, el Universo aumenta la intensidad de las señales hasta que finalmente reconozcas el camino. El Universo está constantemente recalibrando tu camino, tratando de redirigirte a tu destino legítimo. Entonces, si estás perdida, ¡eso ya es porque así lo quieres!”

Esas palabras me golpearon con fuerza de huracán.

¡Mi guía tenía razón! Había olvidado una cosa simple y poderosa: mi capacidad de pedirle ayuda al Universo. Yo, como cada uno de ustedes, tenemos el derecho inalienable a la guía divina, y solo lo que necesitamos hacer es activarlo. En ese momento de mi vida, estaba tan desorientada que no tenía nada que perder con intentarlo. Así que lo hice!

“A veces, son las decisiones más pequeñas las que realmente cambian tu vida”

En ese momento, tomé la decisión de activar mi SGU y puse mi confianza en el Universo para guiar mi camino y mi vida, y no he mirado atrás. Sí, al principio era incómodo y aterrador porque tenía que acostumbrarme a lo desconocido. Estaba demasiado acostumbrada a mis aplicaciones de Waze y Google Map que me ofrecen toda la ruta entera de mi destino incluso antes de comenzar. A los seres humanos nos gusta saber todo de antemano y no saberlo nos hace sentir incómodos.

Pero entendí que el algoritmo del SGU está alimentado estrictamente por la fe. Cada vez que sentía la necesidad de volver atrás o encontrar un camino diferente y más rápido que el que me presentaba, me obligaba a mí misma a seguir el rumbo.

Hubo ocasiones en que me encontré hablando en voz alta, peleando con el SGU, preguntándole por qué insistía en llevarme a una ruta que parecía mucho más complicada, cuando había escuchado que el otro camino era más corto, más alumbrado y más directo. Pero como había hecho un compromiso de fe, anulé mis quejas y seguí el rumbo y dirección del Universo. Poco a poco comencé a confiar en mi SGU. Busqué las señales. Comencé a ser receptiva a escuchar los mensajes y déjame decirte, las señales estaban en todas partes.

Hoy puedo decirte con certeza que finalmente he encontrado el camino de mi vida y esto no hubiera sido posible, de no haber activado mi SGU. Más tarde descubrí que el camino al que insistía tanto en tomar, tenía curvas peligrosas y estrechas, tramos irregulares sin pavimentar, áreas poco iluminadas que conducían a callejones oscuros sin salida. Pero, por supuesto, no había forma de darme cuenta de eso porque nosotros no podemos ver el camino entero por delante. ¡Solo el Universo puede!

La dirección que pensé me iba a llevar a una vida de felicidad, resultó ser un precipicio mortal y el Universo hizo todo lo posible por alertarme para que me detuviera y siguiera su dirección. Estoy feliz de que finalmente lo hice!

Hoy, no importa cuán oscuro y confuso pueda parecer mi camino, no temo nada porque mi SGU está completamente activado. Confío en que el Universo sabe cuál es el mejor camino para llevarme a casa. Si tu SGU se recalibra y te presenta una ruta que no habías considerado anteriormente, ¡Tómala!

Puede que no sepas a dónde lleva ese camino, pero el Universo sabe lo que más te conviene. El Universo conoce cada curva, cada obstáculo, cada acantilado, cada callejón sin salida y todos los retrasos del camino por delante. Puede que no vayas a donde originalmente tenías la intención de ir, pero confía en lo que te digo: terminarás donde tenías que estar.

No te desvíes del camino de tu SGU, aunque estés tentado. No tomes los atajos como yo lo hice muchas veces antes. Puedes pensar que tomar un determinado camino es mejor porque te llevará más pronto a tu destino deseado, pero déjame decirte que no hay atajos en la vida. Puedes salirte con la tuya por un tiempo, pero tarde o temprano tendrás que pagar el peaje. Entonces, hazte un favor, de una usuaria feliz y satisfecha a otra, activa tu SGU.

No te arrepentirás.

Confía en el universo. Ella te llevará a tu destino!

Con gratitud,